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DETECTAR FENÓMENOS AUDITIVOS DESDE LA CLARIAUDIENCIA

Lleva tiempo que existen registros de gente que ha escuchado su nombre en entornos deshabitados, lo cual provoca que la situación se torne desconcertante y que, al buscarle explicaciones lógicas, no sea capaz de ser respondida con total claridad. También se han dado testimonios de personas que han podido reconocer voces de familiares fallecidos y, al igual que en lo anteriormente señalado, sigue siendo inalcanzable encontrar una explicación coherente.

 

Por parte de las investigaciones clínicas, se justifica que estas anormalidades provienen del diagnóstico de algún trastorno, delirio u simple agotamiento mental en la persona; lo cual, si bien es válido, deja afuera elementos que siguen sin ser resueltos por el área de la salud.

 

Desde una mirada espiritual, estos hechos tienen vinculación con la clariaudiencia, habilidad psíquica que se enfoca en la capacidad de escuchar voces provenientes de otros planos de la realidad. En cuanto a cómo se manifiestan, se han encontrado las siguientes posibilidades:

  •  Percibir voces internamente 
  •  Escuchar particulares sonidos desde el exterior.
  •  Repetición de pensamientos sin concordancia alguna.

Siguiendo con esta línea explicativa, estos fenómenos ocurren a partir del desarrollo de una serie de percepciones sensoriales que, por medio de los oídos, se recepciona información enviada desde dimensiones sutiles. Tanto psíquicos como médiums son capaces de escuchar sensaciones provenientes de lo conocido comúnmente como “más allá”.

 

Ahora bien, muchas posturas espirituales concuerdan en el origen de todo esto se remonta a la presencia de guías espirituales, los cuales son entidades que nos acompañan antes de nacer o que aparecen en momentos significativos de nuestra historia. Por ello, pueden ser difuntos familiares, o personas con quienes nos relacionamos en vidas pasadas. Es importante recalcar que tales entidades tienen varias formas de comunicación, siendo una voz audible la vía recurrente con la cual dan a conocer sus intenciones. Así mismo, quien tiene la dicha de vivenciar estos fenómenos, requiere de desarrollar su sistema intuitivo para así descifrar la intención del mensaje, pues transmiten una fructuosa ayuda ante momentos decisivos.

 

Frecuentemente se señala que, en la infancia de una persona, existe mayor probabilidad de percibir frecuencias irregulares dado que los/as niños/as se rodean de un poder psíquico mucho mayor. Al no tener una mente racional totalmente desarrollada, la creatividad e intuición de todo/a infante están presentes diariamente, viéndose reflejadas en la capacidad de amar o en la motivación por entretenerse desde el juego. 

 

De mantener a flote tal sistema orientativo, se da pie a desarrollar con mayor facilidad las distintas habilidades psíquicas, lo cual también incluye la capacidad de reforzar la clariaudiencia como línea de comunicación. Ahora bien, si la persona teme y se desprende de esta facilidad por escuchar otras vibraciones, lo que antes fueron voces ahora pasarán a ser un silencio interno e incomprendido.

 

En definitiva, la existencia de estas voces se debe a un intento de comunicación de seres altamente evolucionados que hacen contacto con personas de gran nivel sensitivo y psíquico. No por nada en los primeros años de vida de un ser humano la ocurrencia de estas sintonías se dan de manera mucho más natural, lo cual deja en evidencia que desde este plano de la realidad se puede acceder a mensajes energéticos que se interceptan en el aquí y ahora.  

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