Si bien cada ser humano cuenta con órganos sensoriales para su orientación en el medio, estos resultan limitados ante la inmensidad del universo energético pues no logran percibir ciertas emisiones que contienen objetos, personas o incluso lugares.
Es así que surge la radiestesia, la cual es un área de estudio que focaliza la captación de radiaciones desde el uso de técnicas diseñadas para percibir toda clase de señales vibratorias. Promoviendo el desarrollo de un estado sensitivo consciente, para fines exploratorios u de diagnóstico, a través de instrumentos amplificadores, como péndulos o varillas.
Entre sus distintas categorías, una de ellas destaca por enfocarse en la revelación de información proveniente de distintas temporalidades –presente, pasado o futuro-, la cual lleva por nombre tele-radiestesia.
Para llevar a cabo esta práctica, existen los denominados testigos energéticos, que refieren a toda clase de muestra que ayuda a mejorar la indagación, pudiendo ser de carácter natural (cabellos, uñas u objetos significativos) o artificial (fotografías, papel con antecedentes de una persona, entre otros). Con ellos, el instrumento de trabajo –péndulo o varilla- generará reacciones que posteriormente son interpretadas en base al mecanismo de medición diseñado para tal consulta.
Ahora bien, para la obtención de un diagnóstico certero, el/la radiestesista necesita mantener una equilibrada afinación mental durante toda la sesión para que así exista una neutralidad y, por tanto, se puedan evitar la interferencia u desincronización ante la obtención de la energía que se quiere descubrir.
Para mayor exactitud, también se recomienda la utilización de planos o mapas de donde se intuye que pudiese estar lo que se desea buscar. Con la consideración de estos elementos, la representación del objeto tiene una mayor probabilidad de tornarse existente, resultando más susceptible estudiar cómo opera este arte de la captación.
Cabe indicar que toda persona puede desarrollar esta habilidad sensitiva, requiriendo únicamente el entrenamiento constante con algún instrumento que le resulte cómodo para su crecimiento intuitivo y analítico.
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