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RESPIRAR EL PENSAMIENTO

Cada pensamiento transita por distintas reacciones internas que forman parte de nuestros hábitos y rutinas diarias. Si alguien nos habla de la respiración, automáticamente esta acción la interiorizamos con mayor potencia pues ya sabemos cómo llevarla a cabo. 

 

Sabemos que el cerebro solo almacena la información importante y comprensible para nuestra alma, pero debemos recordar que el corazón lleva consigo la tarea de hacernos partícipe de esta lógica que con los años vamos modificando.

 

¿Por qué una molestia debe convertirse en un pensamiento? 

 

Así y muchas otras interrogantes vamos dándole nuestro sello de pertenencia ante situaciones complejas, que nos generan incertidumbre. Al reservarse una incomodidad, esta solo provocará malestar que yacerá hasta que llegue otro pensamiento que la reemplazará.

 

En nuestro templo interior la duración es incalculable ya que, de una u otra forma, las cicatrices se verán reflejadas en creencias auto impuestas u técnicas de reacción. 

 

 

Un momento se torna significante cuando rescatamos recuerdos atemporales.

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